Benjamín Magaña, estudiante del Preuniversitario Gauss y del Colegio Mayor de Peñalolén, vivió uno de los momentos más emocionantes de su vida al escuchar su nombre como ganador de medalla de oro en las Olimpiadas de Química organizadas por la UMCE. Este logro lo llevará a representar a Chile en las Olimpiadas Iberoamericanas de Química en España en 2025. En esta entrevista, comparte cómo la química se convirtió en su gran pasión, su experiencia en la competencia y cómo el Preuniversitario Gauss jugó un papel clave en su preparación.
El nerviosismo de la premiación
“Fue muy extraño el momento”, recuerda Benjamín. “En la premiación van anunciando las medallas: primero bronce, luego plata. No me habían nombrado, así que pensé: o me dan el oro o no me dan ninguna medalla. Estaba súper nervioso, súper tenso. Cuando dijeron mi nombre, fue el alivio más grande de mi vida”.
Aunque esperaba ganar al menos una medalla, Benjamín admite que no pensaba en el oro. “El año pasado también había sacado una medalla, así que quería mantenerme en el nivel”.
¿Qué lo motivó a participar?
La química es mucho más que una materia para Benjamín; es una pasión que descubrió en segundo medio, gracias a su profesor Daniel Izquierdo. “Ni siquiera la estudiaba en ese momento, pero ya le tenía un ojo”, dice. Durante unas vacaciones, decidió adelantarse en los estudios y descubrió cuánto disfrutaba aprender química.
“Me gusta entender cómo funcionan las cosas, cómo funciona el mundo. Es bacán ver algo, hacerte una pregunta y pensar: ya, esto tiene esta explicación. Esa parte es fascinante”, comparte emocionado.
Un consejo para otros estudiantes
Benjamín anima a quienes quieran competir a encontrar gente con quien practicar. “En mi colegio no hay mucha gente con quien estudiar, aparte de mi profesor, pero ayuda mucho tener a alguien de tu mismo nivel para mejorar juntos”. También destaca que lo principal es que te guste lo que estás haciendo: “Y que te guste nomás, que te pueda interesar y así poder aprender más".
La competencia paso a paso
La ruta al oro no fue sencilla. Primero enfrentó dos pruebas clasificatorias: una a nivel regional y otra nacional. En la etapa final, los participantes se enfrentaron a dos pruebas: una teórica, con preguntas similares a una prueba escolar, y otra experimental, donde debían resolver un problema y redactar un informe detallado.
El impacto del Preuniversitario Gauss
Un factor fundamental en su preparación fue el Preuniversitario Gauss, que le permitió fortalecer sus habilidades matemáticas. “Lo que hice mejor que otros fue la parte del informe, gracias a la matemática. Este año mejoré mucho en matemática, pasé de no poder resolver nada a resolverlo todo, y el Preuniversitario Gauss me ayudó mucho en eso”, explica.
Benjamín también valora el ambiente en el preuniversitario. “Lo que valoro más es la personalidad que hay. El profesor es cercano, puedes preguntarle nomás, y entre los compañeros nos llevamos bien”. También aprecia el ambiente acogedor: “Se siente que nos consideran, nos dan cosas, como regalos o pizza. Es distinto al colegio, donde no te sientes tan tomado en cuenta”.
Un futuro en la investigación
El próximo paso de Benjamín es estudiar Licenciatura en Química, una carrera que considera el camino más directo hacia su sueño: dedicarse a la investigación. “Mis otras opciones de carrera involucran más biología y física, pero lo que me interesa es la investigación, y quiero hacer un posgrado en el extranjero”.
Con su pasión por la ciencia y su compromiso, Benjamín Magaña no solo conquistó una medalla de oro, sino también un lugar entre los estudiantes que inspiran a seguir aprendiendo y superándose. ¡Felicidades, Benjamín! 🏅
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